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‘Las noches de Tefía’, la nueva serie original de ATRESplayer PREMIUM, comienza su rodaje. Está creada por Miguel del Arco, dramaturgo, guionista, director de escena, actor y una de las voces más incluyentes del panorama teatral de nuestro país. ‘Las noches de Tefía’ se grabará durante las próximas semanas en exteriores naturales de Tenerife y Madrid.

El amplio reparto de la serie está formado por Marcos Ruiz (Airam/La Bambi), Patrick Criado (La Vespa), Miquel Fernández (Charli), Roberto Álamo (La Viga), Jorge Perugorría (Airam), Raúl Prieto (Boncho), Israel Errejalde (Don Anselmo), Javier Ruesga (La Sissi), Luifer Rodríguez (La Pinito), Carolina Yuste (Nisa), Jorge Usón (Conde Fénix), José Luís de Madariaga (La Vespa), José Luis García-Pérez (El Andaluz), Ana Wagener (Agueda), Celeste González (La Sissi), Jorge Yumar (Perico), Mingo Ávila (La Rata), Ciro Miró (Carlavilla), Maykol Hernández (Miguel), Isaac dos Santos (Caranabo) y Elisa Cano (Nisa), entre otros.

Las Noches de Tefía

‘Las noches de Tefía’ es una producción de Buendía Estudios Canarias con la participación de Atresmedia Televisión. La ficción, que podrá verse de manera exclusiva en ATRESplayer PREMIUM, cuenta con Montse García y Sonia Martínez en la producción ejecutiva y Lucía Alonso-Allende como coproductora ejecutiva. Miguel del Arco y Antonio Rojano firman el guion y el propio Miguel del Arco junto a Rómulo Aguillaume están al frente de la dirección.

Sobre ‘Las noches de Tefía’

Entre 1954 y 1966 existió, en un paraje desértico de Fuerteventura, un campo de concentración franquista conocido con el eufemístico nombre de Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, uno de tantos lugares donde el régimen enviaba a los condenados por la ley de vagos y maleantes que, a partir del 54, fue implementada para incluir también a los homosexuales.

En el año 2004 Airam Betancor, uno de aquellos presos homosexuales, se ve obligado a recordar los diecisiete meses de trabajo forzado que padeció en la colonia cuando apenas tenía veinte años. Las investigaciones de un documentalista que intenta dar voz a la historia de silencio de la colonia penitenciaria fuerzan a Airam a hacer un doloroso ejercicio de memoria que provocará muchos problemas en su vida. El recuerdo adormecido de la terrible vida en la colonia se mezcla con el de las narraciones que uno de sus compañeros de barracón improvisaba por las noches para aliviar sus miserias. Charli, el fantástico narrador, inventó para todos ellos El Tindaya, un deslumbrante music hall donde cada uno tiene su alter ego. Un espacio de libertad en el que, como dice su tema de bienvenida, el límite de lo posible revienta al imaginar.